El 27 de agosto de 2010 empieza una toma en una sala de teatro ubicada en el sexto piso del Centro Cultural General San Martín, construido en los años setenta con el objetivo de convertirse en el centro cultural más grande de Latinoamérica. A partir de la toma, estudiantes y docentes autogestionan la Sala Alberdi a través de comisiones de trabajo y asambleas horizontales y abiertas; ofreciendo gratuitamente o a la gorra talleres y espectáculos de cine, teatro, danza y música, denunciando simultáneamente las políticas de vaciamiento de centros culturales del  entonces gobernador de la Ciudad y posterior presidente, Mauricio Macri. El 1 de enero de 2013, autoridades, seguridad privada y Policía Metropolitana impiden el acceso al Centro Cultural bajo el argumento de un 'receso de verano'. Diez manifestantes permanecen encerradxs en el teatro mientras un acampe de cuarenta carpas toma la plaza seca, garantizando la continuidad de talleres, asambleas, ollas populares y defendiendo el teatro de un inminente desalojo.